(Artículo publicado en El Mirador, y realizado por José S. Carrasco, actual Director del IES Diego Tortosa
El
Grupo de Literatura La Sierpe y el Laúd ha estado vinculado de una u otra forma
a la vida de este centro educativo que cumple este año sus 50 años de vida. Por
eso, le hemos pedido a su Director, buen amigo de La Sierpe y amante de la
literatura, un texto referido a este evento.
Pasaba la
medianoche del último viernes de junio, cuando de las voces y los instrumentos
de unos músicos ya veteranos sonaban los ecos de una canción muy entrañable:
Todos los
momentos que pasé junto a ti
han pasado a
ser recuerdos de cuando fui feliz..
Esa letra
era el mejor colofón para la celebración
de los 50 años de vida de un centro educativo que, lógicamente, ha sido
escenario de una infinidad de momentos que han marcado la vida de miles de
adolescentes, momentos que han quedado grabados en el corazón de tantos
estudiantes que han vivido en él una
parte muy importante de su existencia.
Una vez ya
acabado todo en esa noche calurosa de un verano aún incipiente, en el patio del
instituto convertido en recinto de verbena por unas horas, mirábamos hacia
atrás y sentíamos que había merecido la pena.
La cosa
empezó el 21 de febrero con un acto que sirvió de reencuentro para muchos
hombres y mujeres que estrecharon sus manos y se abrazaron, algunos después de
décadas de ausencia, seguramente desde su salida de ese Instituto Laboral que
fue para ellos una base fundamental en su formación y en sus vidas. Lejanos
tiempos en los que esos adolescentes tuvieron entre las paredes de aquel
centro, tan diferente al de hoy, vivencias que han quedado grabadas en su
memoria y, sobre todo, en su corazón.
Presidido
por los alcaldes de Cieza y Abarán, por el secretario general de la Consejería de Educación
y el actual director del centro, se abriò oficialmente esta conmemoración y, a
continuación, más de doscientas personas se dieron cita en una comida en la que
el mejor menú fueron los recuerdos, las anécdotas, las fotos que salpicaron ese
momento. Entrañable momento.
A partir de
ahí, el IES DIEGO TORTOSA ha vivido una actividad frenética día a día. Hasta la
verbena del recuerdo protagonizada por los míticos JAGUARS de varias
promociones, se han sucedido más de cuarenta actividades de todo tipo. Ha
habido interesantes exposiciones, desde la de pintores exalumnos a la de
alumnos actuales, pasando por la de máquinas de escribir, marcapáginas,
máscaras o libros de texto de la antigua escuela. Hemos escuchado conciertos de
laúdes, de jazz, de gaitas, de música clásica y al final de música de los 60 a los 90. Hemos tenido un
hueco para la literatura, con recitales poéticos o actividades en torno al
Quijote. Hemos dedicado también tiempo a actividades en torno a la diversidad.
Hemos presentado tres publicaciones, el Premio de Poesía, la biografía de D.
Diego Tortosa y la revista ABACO en una edición especial. Y, sobre todo, hemos
recibido en este instituto ya renovado a más de veinte ex alumnos y ex
profesores de todas los ámbitos profesionales (justicia, política, periodismo,
medicina, literatura, ciencias,
deporte…) que han compartido con nuestros alumnos actuales sus vivencias del
ayer y sus conocimientos de hoy.
Cuando
empezamos a programar las posibilidades que esta efemérides ofrecía, no
podíamos imaginar que íbamos a ser capaces de insuflarle tanta vida y tanto
movimiento y tantas inquietudes a una celebración que ha sido de todo menos
fría o puramente protocolaria.
Hemos mirado
al pasado, sí; hemos espoleado el presente, sí; pero, sobre todo, hemos
intentado marcar el rumbo para un futuro que se presenta salpicado de retos tan
complejos como apasionantes.
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