(Por PASCUAL GÓMEZ, miembro del Grupo de Literatura La Sierpe y el Laúd. Artículo publicado en semanal El MIrador -texto íntegro-)
Periodista, escritor, abogado, comediógrafo,
traductor y adaptador de obras teatrales, director de editoriales e
historiador, Pedro Massa Pérez (Cieza, 1895; Buenos Aires, 1987) fue
considerado el decano de los corresponsales de prensa en el mundo y uno de los
grandes del periodismo español. El Grupo de Literatura La Sierpe y el Laúd ofrece
unas notas para una biografía, aún inexistente, de este ciezano nacido en la
calle Larga que se convirtió en el primer profesional en reunir los premios
periodísticos Mariano de Cavia (1933) y Luca de Tena (1936).
Para hacer rubio al moreno hay tintes, pero
no los hay para hacer periodista al que no lo es. El periodista tiene vocación
o no la tiene. Y si no la tiene, no hay carrera que se la dé. Tiene que
curtirse en el oficio, y ha de morir en él pensando que aún no lo sabe todo. Pedro
Massa es un ejemplo, sin ir más lejos, que provoca una inmediata adhesión: tal
vez sea su temperamento periodístico; tal vez sea ese ardor propio de los
hombres arañados por la adversidad; tal vez sea su tolerancia sin límites. Era
un ser humano de una inteligencia y de una clarividencia absolutas.
Recién cumplidos sus 38 años, en 1933, ya
había ganado un premio Mariano de Cavia por su artículo ‘Sardana en la montaña
y sardana en la ciudad’. Tres años después recibiría el premio Luca de Tena por
‘Juguetes’, siendo el primer profesional que obtenía ambos galardones
concedidos por el diario ABC. También llegaron más reconocimientos, entre
ellos, la Cruz
de la Encomienda
de Isabel la Católica
de manos del rey Juan Carlos I en 1977. Cinco años más tarde recibía también la Encomienda de Número de
la misma orden. Él fue el gran periodista español, tan audaz, tan
desmesuradamente brillante.
Con tan solo 17 años publicaba su primer libro
‘Realidades y ensueños’ dedicado a personajes relevantes de la sociedad ciezana
de su tiempo. Estudió abogacía en Murcia y Madrid y comenzó su fecunda
actividad periodística en los diarios El Liberal, Crónica y ABC, manteniendo
sus colaboraciones literarias con semanarios murcianos y ciezanos de la época.
Transitó con enorme acierto la prensa y dominó como pocos el uso del lenguaje y
tuvo una personalidad literaria fuera de lo común. Republicano, en 1933, fue
designado por Manuel Azaña gobernador civil de Huesca, abandonando España en
plena guerra civil para exiliarse a Argentina.
Vivía retirado desde que en 1981 cumpliera
cuarenta y cinco años como corresponsal del diario ABC en Buenos Aires y
América del Sur. También escribió en otros periódicos bonaerenses como La Prensa y La Nación , defendiendo con
ahínco la cultura española en todas sus manifestaciones y vertientes. Descansaba
pues de una trayectoria profesional tan internacional y fructífera como llena de
sacrificios, premios y reconocimientos. Abarcó un registro sumamente diverso de
retos profesionales como escritor, comediógrafo, traductor y adaptador de obras
teatrales, director de editoriales e historiador.
Cuando murió Massa en Buenos Aires el 21 de
septiembre de 1987, su viuda y su hija recibieron las muestras de pésame de
amigos, colaboradores y representantes de asociaciones de la colectividad
española y del mundo cultural y literario de la capital argentina. Dijeron los
periódicos que el decano de los corresponsales de prensa en el mundo falleció a
consecuencia de una afección cardio-respiratoria. Nueve años después de su
muerte, el Ayuntamiento de Cieza dio su nombre a una calle de la ciudad. Cabe
recordar que alivió la nostalgia por su pueblo natal regresando al menos en
cinco ocasiones.
El periodista ciezano, muy respetado y
querido entre la sociedad bonaerense, labraba la amistad, y tenía muchísimos
amigos. Y es que conoció y trató a todos los compatriotas que pasaron por este
país Ramón Gómez de la Serna ,
Clara Capoamor y Claudio Sánchez Albornoz. Además, ejerció como promotor y
directivo de algunas de las más importantes instituciones españolas en
Argentina como por ejemplo la Asociación
Española Patriótica. Fue uno de los más firmes y apasionados
representantes de la cultura española en Hispanoamérica, donde ejerció con
singular brillantez no solo el periodismo sino también la literatura y el
ensayo.
Para elaborar esta reseña ha sido necesario
rebuscar en su esquiva biografía hasta levantar acta de una existencia
apasionante, no solo por la polifacética personalidad de este ilustre ciezano
sino por los destellos brillantes de un periodista consecuente con su forma de
ver el mundo y de vivirlo. Pero valga este breve artículo para recordarlo, y La
Sierpe y el Laúd, como grupo literario ciezano, tiene a bien referir algunos de
sus muchos méritos profesionales y literarios. En
su haber tiene un póker de obras maestras: ‘Espíritu y color de España’,
‘Murillo’, ‘Esta España inagotable’ y ‘Españoles’. También dirigió la revista
Hispania.
Para Massa, el periodismo debía ejercerse con
vigor. Era un defensor de la calidad y de la cultura como valores
diferenciadores de los periódicos. No solo fue periodista, sino que reivindicó
el papel del periodista. A todos los que trabajaron con él dejó una huella
enorme. Sobre él dejó escrito Julián Marías en el prólogo de una de sus obras:
“Ese apetito vital que ejerce sin preocuparse demasiado en reivindicarlo”. También
dijo que “al volver los ojos hacia España, Massa se siente en franquía frente a
los temas y aspectos, próximos, remotos, ilustres, menudos, entrañables y
divertidos. Por eso nos da una España tridimensional, con olor y sabor, de
excepcional riqueza”.
En palabras de Martín Prieto, “tuvo la rara
modestia de calificarse a sí mismo como autoexiliado y jamás se enzarzó en las
peleas ultramarinas entre rojos y nacionales; gozaron de su amistad desde
comunistas hasta falangistas en tanto en cuanto fueran hombres de bien.
Republicano cabal, le vimos por última vez con vida en la embajada de España:
ya muy viejito y con dificultades para caminar sin ayuda, se tomó la molestia
de no rechazar una invitación oficial para festejar el santo del Rey. Fue un
gran hombre, frustrado, como tantos, por el cainismo español, pero tocado por
la gracia de los que desconocen la miseria del rencor”.
Pedro Massa Pérez tiene, sin duda, un sitio
en la historia del periodismo español, al haber sido capaz de desplegar, con
una tenacidad inusual, una trayectoria profesional sobresaliente. La vida de
uno de los periodistas españoles más grandes de todos los tiempos se apagó
definitivamente en vísperas de la primavera austral de hace diecisiete años.
Queda su legado, que fue creciendo en la adversidad del exilio. Una obra total,
forjada con rigor y sin concesiones. Se trata de un personaje imprescindible
para Cieza que ha de ser recordado como un periodista y escritor de gran
talento.
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