8.22.2015

PARTICIPAMOS EN EL FESTIVAL INTERNACIONAL DE POESÍA VOIX VIVES TOLEDO 2015


Nuestro Grupo de Literatura La Sierpe y el Laúd ha sido invitado a participar en el muy importante Festival Internacional de Poesía VOIX VIVES que se celebra desde hace tres años en la ciudad castellana de Toledo. “Un festival de referencia de la poesía del Mediterráneo en España donde cada año van subiendo al barco más tripulantes seducidos por el poder de la palabra y la cultura”, en palabras de su Directora Alicia Martínez.

Es un festival que transcurre íntegramente en el casco histórico de Toledo, llenando las plazas y los rincones de esta ciudad de poesía, arte y cultura, y que ya lleva en sus anteriores ediciones unos 100 poetas de todo el Mediterráneo y 12 lenguas diferentes, a los que este año se suman 23 poetas más, y al que nuestro Grupo literario ha sido invitado en la “Escena Libre” del festival para intervenir y ser protagonista en una Ruta Literaria que tendrá lugar por Toledo el sábado día 5  de septiembre a partir de las 7 h. de la tarde. En ella nuestras voces serán las portadoras de poesía hecha en Cieza.

Así, el Grupo ha decidido que los miembros que irán al festival, leerán poemas propios y de poetas ciezanos, como un acto de reivindicación de la poesía hecha en Cieza por autores ciezanos.

Para nosotros es una satisfacción enorme haber sido invitados a este prestigioso festival al que iremos con un afán cultural y libre por aprender, oír y empaparnos de poesía de otros lugares y ofrecer a los asistentes nuestra mejor obra literaria de calidad y los mejores versos de poetas ciezanos muy queridos por nosotros como los de Manolo Dato, Aurelio Guirao, Pilar López o Fernando Martín Iniesta. 
Especialmente nos agrada mucho la idea de llevar la voz de nuestros compañeros en La Sierpe y el Laúd ya fallecidos Manolo y Aurelio a las calles de Toledo y a los oídos de sus gentes.

Más información del festival en: http://www.voixvivesmediterranee.com/

8.11.2015

50 ÑOS DE MOMENTOS


(Artículo publicado en El Mirador, y realizado por José S. Carrasco, actual Director del IES Diego Tortosa
El Grupo de Literatura La Sierpe y el Laúd ha estado vinculado de una u otra forma a la vida de este centro educativo que cumple este año sus 50 años de vida. Por eso, le hemos pedido a su Director, buen amigo de La Sierpe y amante de la literatura, un texto referido a este evento.

Pasaba la medianoche del último viernes de junio, cuando de las voces y los instrumentos de unos músicos ya veteranos sonaban los ecos de una canción muy entrañable:
                 Todos los momentos que pasé junto a ti
                 han pasado a ser recuerdos de cuando fui feliz..
Esa letra era el mejor colofón para la  celebración de los 50 años de vida de un centro educativo que, lógicamente, ha sido escenario de una infinidad de momentos que han marcado la vida de miles de adolescentes, momentos que han quedado grabados en el corazón de tantos estudiantes  que han vivido en él una parte muy importante de su existencia.
Una vez ya acabado todo en esa noche calurosa de un verano aún incipiente, en el patio del instituto convertido en recinto de verbena por unas horas, mirábamos hacia atrás y sentíamos que había merecido la pena.
La cosa empezó el 21 de febrero con un acto que sirvió de reencuentro para muchos hombres y mujeres que estrecharon sus manos y se abrazaron, algunos después de décadas de ausencia, seguramente desde su salida de ese Instituto Laboral que fue para ellos una base fundamental en su formación y en sus vidas. Lejanos tiempos en los que esos adolescentes tuvieron entre las paredes de aquel centro, tan diferente al de hoy, vivencias que han quedado grabadas en su memoria y, sobre todo, en su corazón.
Presidido por los alcaldes de Cieza y Abarán, por el secretario general de la Consejería de Educación y el actual director del centro, se abriò oficialmente esta conmemoración y, a continuación, más de doscientas personas se dieron cita en una comida en la que el mejor menú fueron los recuerdos, las anécdotas, las fotos que salpicaron ese momento. Entrañable momento.
A partir de ahí, el IES DIEGO TORTOSA ha vivido una actividad frenética día a día. Hasta la verbena del recuerdo protagonizada por los míticos JAGUARS de varias promociones, se han sucedido más de cuarenta actividades de todo tipo. Ha habido interesantes exposiciones, desde la de pintores exalumnos a la de alumnos actuales, pasando por la de máquinas de escribir, marcapáginas, máscaras o libros de texto de la antigua escuela. Hemos escuchado conciertos de laúdes, de jazz, de gaitas, de música clásica y al final de música de los 60 a los 90. Hemos tenido un hueco para la literatura, con recitales poéticos o actividades en torno al Quijote. Hemos dedicado también tiempo a actividades en torno a la diversidad. Hemos presentado tres publicaciones, el Premio de Poesía, la biografía de D. Diego Tortosa y la revista ABACO en una edición especial. Y, sobre todo, hemos recibido en este instituto ya renovado a más de veinte ex alumnos y ex profesores de todas los ámbitos profesionales (justicia, política, periodismo, medicina,  literatura, ciencias, deporte…) que han compartido con nuestros alumnos actuales sus vivencias del ayer y sus conocimientos de hoy.
Cuando empezamos a programar las posibilidades que esta efemérides ofrecía, no podíamos imaginar que íbamos a ser capaces de insuflarle tanta vida y tanto movimiento y tantas inquietudes a una celebración que ha sido de todo menos fría o puramente protocolaria.
Hemos mirado al pasado, sí; hemos espoleado el presente, sí; pero, sobre todo, hemos intentado marcar el rumbo para un futuro que se presenta salpicado de retos tan complejos como apasionantes.


8.03.2015

NO SOLO EN EL DESGARRO

(Artículo aparecido en El Mirador de Cieza en Julio de 2015)
-Por Daniel J. Rodríguez, miembro del Grupo de Literatura La Sierpe y el Laúd.-


Entre los poetas del grupo de literatura La Sierpe y el Laúd confluyen voces poéticas dispares, que han contribuido a reflejar un mundo plural desde el municipio. La alegría, el dolor, la pérdida y el encuentro forman parte de la obra de los poetas de este grupo, como también lo hacen en la obra de todos los escritores universales.

El poeta como lobo herido, lamiéndose el dolor con ojos de lucero; un Allan Poe oteando cuervos negros –tal vez heraldos– allá y acá por la sobredosis de barbitúricos; Panero (Leopoldo hijo, claro, aunque cualquiera de ellos sirve) en el éxodo de un manicomio de Mondragón, solo y loco; Gil de Biedma en el sótano más negro de Barcelona,… A menudo, la imagen del escritor de versos está enmarcada dentro de los parámetros de la melancolía, la oscuridad, la venganza o el desamor. El poeta, que a veces contribuye a la construcción de ese perfil, es visto como un ser hosco, antisocial, incapaz de abandonar la propensión al negro que le permite trazar versos inmortales, eternos. 

Aunque no deja de ser cierta, ésta es una visión superficial y muy limitada de la realidad. Los poetas también viven felices y buscan el regocijo de una buena copa, disfrutan con el Arte u olfatean el sexo. Y lo practican. Y desde esa dimensión de la existencia también son capaces de urdir versos, de cohesionar excelentes libros de poemas. 

Ambas dimensiones, la optimista y la pesimista, son aptas para que surja el poema. Al cabo, la experiencia ofrece al autor la chispa lúcida que inicia la maquinaria de la creación. Después, es en el laboratorio, en el estudio, en el despacho, donde la pieza se elabora y crece. Y ahí, en la alquimia, las vísceras no deberían tomar un papel protagonista. Es preciso algo más –tomen nota algunos poetas, busquen qué es eso del pudor en el diccionario. 

Realmente, poetas elegíacos conviven con poetas hímnicos. Y también en un mismo escritor se dan los dos momentos, se entrecruzan de manera más o menos disciplinada. El vivir volteriano, que aprovecha cada instante, que celebra la existencia, la amistad, el paso del tiempo, también es fuente de inspiración. Los poetas también están en esa brecha.

Es cierto que pesa más lo oscuro, que el desgarro predispone a la escritura. Joaquín Sabina lo dice muy bien: “si uno es feliz, está contento, con una novia a la que ama, se va a la cama con ella, no se pasa la noche escribiendo versitos en cuadernos”. Pero no por ello se puede negar la otra cara de la moneda. ¿Cuántos versos inolvidables nacen del júbilo? ¿Cómo negar a los lectores el participar de estas sensaciones? Es imposible, las estanterías de cualquier lector de poesía están llenas de versos que han nacido tras una sonrisa.

Y quizá un gesto de cordura: ¿a qué andar siempre recordando lo que duele? ¿No será mejor andar continuamente celebrando, bebiéndole cada gota a los días? Sí, es la opción más lógica. Que al final, siendo francos, la vida pasa rápido, es ese mar/morir que ocurre en un pequeño escenario y tiempo habrá, más bien pronto, de comprender que todos, hasta el sol, acaban muriendo. 

Curiosos versos. Al final, todo se entrecruza. Será la vida. Qué paradoja.