(Por Aurora Montoya, miembro de La Sierpe y el Laúd) Cuando el grupo literario La Sierpe y el Laúd daba sus primeros pasos, allá por los inicios de los años ochenta, se escuchaban los poemas musicalizados de Gloria Fuertes en la voz de grupos como Agua Viva. Aquellos versos, y la ronca voz de esta poeta, entronaron con fuerza en aquellos momentos de efervescencia cultural iluminando a los jóvenes escritores de entonces, que aprendieron a ver a Gloria Fuertes como una poeta también de adultos.
Esta gran escritora y poeta siempre tuvo clara su vocación literaria y, con sus libros y poemas, fue una de las pocas literatas que tuvo un gran reconocimiento tanto en el mundo infantil como en el de los adultos. Esta poeta que vino a nacer en el madrileño barrio de Lavapiés y que perteneció a una familia humilde, desde muy pequeña se apreció en ella una personalidad inquieta y creativa pese a vivir en una época en la que las posibilidades de estudio y aprendizaje para las mujeres eran más bien escasas, como bien sabemos a través de nuestra poeta ciezana favorita que también sufrió aquel tiempo, Mª Pilar López.
A los catorce años se matriculó en el Instituto Profesional de la Mujer donde estudió taquigrafía y mecanografía, gramática y literatura e higiene y puericultura. A los diecisiete años comienza a trabajar como contable en distintas fábricas y talleres y allí entre cuentas y facturas publica sus primeros versos. Continuó con este trabajo durante dos décadas más pero para no languidecer en esas “horribles oficinas” Gloria Fuertes sigue con su actividad literaria y así ejerce como redactora de la revista infantil “Maravillas” donde publica semanalmente cuentos, historietas y poesía para niños.
El año 1942 conoce a Edmundo de Ory y se integra en el movimiento poético llamado “Postismo” colaborando en las revistas “Postismo” y “Cerbatana” junto a otros poetas. Dar ese paso le abre al mundo de la poesía comprometida y libre de la postguerra, haciéndose amiga de numerosos poetas que lo fueron de la generación de los 50 y de los exiliados.
Su labor por la cultura popular y el fomento de la lectura, y la preocupación por los más pequeños le llevó a ser la primera mujer en organizar una biblioteca infantil ambulante, que recorría los pequeños pueblos del país intentando llegar a todos los rincones de nuestra geografía. Pero sin duda, pasa a ser conocida para el gran público cuando colabora activamente en diversos programas infantiles de TVE como “Un globo, dos globos, tres globos” y “La cometa blanca”.
También su reconocimiento vino de la mano de cantautores y grupos musicales como Paco Ibáñez o el grupo Agua Viva, que son los que musicalizan poemas suyos y los elevan a la categoría de canciones para Todos alcanzando un gran éxito, y en ellos siempre se pueden apreciar ese encanto por la sencillez y profundidad en sus versos. A partir de este momento la actividad de Gloria Fuertes es incesante: lecturas, recitales, libros…y lo que quizás más le gratificaba como persona y poeta, su proximidad a los niños, a los que dedicó una gran labor creativa con numerosísimos libros.
Y en ese punto, cuando La Sierpe y el Laúd andaba sus primeros pasos, los versos de Gloria Fuertes acompañaron a aquella generación de jóvenes que se abrían paso en un tiempo que poco se parece al de hoy, tan lleno de precariedad y desinterés cultural, y aquellos fundadores del grupo de literatura descubrieron en esta poeta, su compromiso y su amor por la libertad y por el verso libre.
Falleció Gloria Fuertes en un frío mes de noviembre de 1998, pero siempre estará en nuestra memoria a través de sus versos y de su empeño y amor por la literatura fuera de los círculos elitistas, y por su pasión por los más pequeños. Hoy, innumerables colegios, bibliotecas, calles, plazas y aulas de cultura que llevan su nombre.
Esta gran escritora y poeta siempre tuvo clara su vocación literaria y, con sus libros y poemas, fue una de las pocas literatas que tuvo un gran reconocimiento tanto en el mundo infantil como en el de los adultos. Esta poeta que vino a nacer en el madrileño barrio de Lavapiés y que perteneció a una familia humilde, desde muy pequeña se apreció en ella una personalidad inquieta y creativa pese a vivir en una época en la que las posibilidades de estudio y aprendizaje para las mujeres eran más bien escasas, como bien sabemos a través de nuestra poeta ciezana favorita que también sufrió aquel tiempo, Mª Pilar López.
A los catorce años se matriculó en el Instituto Profesional de la Mujer donde estudió taquigrafía y mecanografía, gramática y literatura e higiene y puericultura. A los diecisiete años comienza a trabajar como contable en distintas fábricas y talleres y allí entre cuentas y facturas publica sus primeros versos. Continuó con este trabajo durante dos décadas más pero para no languidecer en esas “horribles oficinas” Gloria Fuertes sigue con su actividad literaria y así ejerce como redactora de la revista infantil “Maravillas” donde publica semanalmente cuentos, historietas y poesía para niños.
El año 1942 conoce a Edmundo de Ory y se integra en el movimiento poético llamado “Postismo” colaborando en las revistas “Postismo” y “Cerbatana” junto a otros poetas. Dar ese paso le abre al mundo de la poesía comprometida y libre de la postguerra, haciéndose amiga de numerosos poetas que lo fueron de la generación de los 50 y de los exiliados.
Su labor por la cultura popular y el fomento de la lectura, y la preocupación por los más pequeños le llevó a ser la primera mujer en organizar una biblioteca infantil ambulante, que recorría los pequeños pueblos del país intentando llegar a todos los rincones de nuestra geografía. Pero sin duda, pasa a ser conocida para el gran público cuando colabora activamente en diversos programas infantiles de TVE como “Un globo, dos globos, tres globos” y “La cometa blanca”.
También su reconocimiento vino de la mano de cantautores y grupos musicales como Paco Ibáñez o el grupo Agua Viva, que son los que musicalizan poemas suyos y los elevan a la categoría de canciones para Todos alcanzando un gran éxito, y en ellos siempre se pueden apreciar ese encanto por la sencillez y profundidad en sus versos. A partir de este momento la actividad de Gloria Fuertes es incesante: lecturas, recitales, libros…y lo que quizás más le gratificaba como persona y poeta, su proximidad a los niños, a los que dedicó una gran labor creativa con numerosísimos libros.
Y en ese punto, cuando La Sierpe y el Laúd andaba sus primeros pasos, los versos de Gloria Fuertes acompañaron a aquella generación de jóvenes que se abrían paso en un tiempo que poco se parece al de hoy, tan lleno de precariedad y desinterés cultural, y aquellos fundadores del grupo de literatura descubrieron en esta poeta, su compromiso y su amor por la libertad y por el verso libre.
Falleció Gloria Fuertes en un frío mes de noviembre de 1998, pero siempre estará en nuestra memoria a través de sus versos y de su empeño y amor por la literatura fuera de los círculos elitistas, y por su pasión por los más pequeños. Hoy, innumerables colegios, bibliotecas, calles, plazas y aulas de cultura que llevan su nombre.
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