Hace un año prácticamente, tuvo lugar un acto en el que se descubrió una placa en la casa donde vivió y murió nuestro compañero en La Sierpe y el Laúd, AURELIO GUIRAO, y llevamos a cabo un Recital con poemas suyos en la terraza de la Biblioteca Municipal.
Reivindicar a nuestros poetas es siempre un acto de dignidad. Entonces dijimos: "Por eso es para nosotros un orgullo estar hoy aquí para descubrir esta placa en la que fue su casa, morada y residencia, y donde murió en 1996. Porque estamos convencidos de que reconocer a nuestros artistas, ya sean escritores, pintores, escultores, creadores plásticos en general, o actores y realizadores, forma parte del aliento tembloroso y vivo y de la dignidad de una ciudad, porque ellos son los mejores embajadores de nuestras virtudes y de la vida cultural, plena, de la ciudad"
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