Os deseamos unas Felices Fiestas Navideñas y un Año 2013 muchísimo mejor...., y que la Literatura os salve.
12.22.2012
12.16.2012
EL Nº 10 DE ACANTO EN LA UNIVERSIDAD
Con
gran éxito de público y reconocimiento, tuvo lugar el Viernes 14-Diciembre en el Salón de Grados de la Facultad de Derecho de la Universidad de Murcia, la Presentación del Nº 10 de la colección de libros ACANTO con la obra Nefelibata, del poeta ciezano Pascual López Sánchez.
El
acto fue presentado por Isabelle García, responsable del Aula de Poesía de la
Universidad y por el Coordinador de La Sierpe y el Laúd, el poeta ciezano Angel
Almela, pasando después el propio Pascual López a comentar cuestiones sobre su
poética y recitar varios poemas de su libro.
Tras
la presentación en Cieza y Murcia del Nº 10 de esta colección ACANTO que se
edita desde Cieza, el libro seguirá la senda de los demás libros de esta
colección de exclusivo afán divulgativo y cultural que cumple con este número
tres años de vida y que ha encontrado un hueco en el espacio cultural y
literario de nuestra Región tras la publicación de este décimo número.
Gracias a todos los que nos acompañasteis, y a los seguidores de La Sierpe y el Laúd y de ACANTO.
12.11.2012
VIERNES 14-D: PRESENTAMOS EN MURCIA
Contaremos para ello con Isabelle García (Aula de Poesía), Ángel Almela (Poeta y Coordinador del Grupo La Sierpe y el Laúd), Salvador Sandovar (Poeta) y el propio autor Pascual López.
¡Os esperamos!
12.02.2012
PRESENTADO EN CIEZA EL Nº 10 DE ACANTO, NEFELIBATA, de PASCUAL LÓPEZ SÁNCHEZ
En una tarde que fue una fiesta de la literatura, presentamos en Cieza el Nº 10 de ACANTO.
El día 14-D, en Murcia volveremos a proponer una nueva oportunidad para en encuentro con la literatura libre de ataduras.
Gracias a todos los que nos seguís.
11.26.2012
LA AVENTURA DEL VERSO Y LA PROSA
(Artículo publicado en El Mirador el 25 de Noviembre y escrito por Daniel J. Rodriguez, miembro del Grupo de Literatura La Sierpe y el Laúd)
Fue
en noviembre de 2009 cuando se inició otro capítulo en la vida de nuestra
Sierpe y nuestro Laúd. Una nueva colección de libros veía la luz bajo el nombre
de ACANTO. Con un formato pequeño y
sencillo diseñado por Antonio Piñera, esta iniciativa nacía con la intención de dar respuesta a la tesitura
del momento.
Manuel
Dato, miembro del grupo de literatura, firmaba en ese noviembre no tan lejano,
el primer número de lo que se convertiría en nuestra niña mimada, la colección
de libros ACANTO. Dato nos introdujo con su “Último sueño de otoño” en una historia que este mismo mes, tres
años después, continúa viva.
Muchos
autores, nueve en concreto, han sido los protagonistas de las tres
publicaciones anuales que La Sierpe y el Laúd ha venido realizando, una de
ellas gracias a la generosidad y compromiso del IES Diego Tortosa con su
compañero en la docencia Aurelio Guirao, poeta miembro que fue también de esta
Sierpe y Laúd, al publicar en Acanto el poemario ganador del Premio de Poesía
que lleva su nombre. Grandes escritores y
muchos amigos dan nombre a cada uno de los números. Así, podemos sumergirnos en
los textos de Manuel Dato, Pascual
García, Salvador Moreno, José Luis Martínez Valero, Ángel Almela Valchs, Luis
García Pérez, Paco López Mengual, Josefina Soria y Pascual Casañ.
Este
mes de noviembre de 2012, en unos días (el Viernes día 30), y en Cieza,
presentaremos el número 10, y un nuevo nombre se sumará a la orgullosa lista de
autores de Acanto. Esta vez es un paisano, un amigo, Pascual López Sánchez, quien nos hará soñar y viajar entre las
nubes con su “Nefelibata”. Un
poemario que consolida más si cabe, este proyecto literario
que va contar con diez títulos en su haber. Todo un éxito teniendo en cuenta la
dificultades por las que pasan (y pasamos) las asociaciones culturales y los proyectos culturales hoy en día.
Diez
libros en los que el verso y la prosa se mezclan con las pinturas, las
fotografías y las ilustraciones que los acompañan. Una oportunidad única de
conocer versos crueles, historias de amor, imágenes perfectas y metáforas de
una belleza impensable.
ACANTO
toma fuerza. Se define como bandera del trabajo cultural que muchas personas y
colectivos realizan cada día. ACANTO es el resultado de un amor incondicional a
la literatura, del deseo de seguir haciendo las cosas bien que La Sierpe y El
Laúd siempre ha defendido.
Lejos
de otras pretensiones más allá de publicar y hacer buena literatura, La Sierpe
y El Laúd sigue aquí, desde 1980, reinventada y adaptada a los tiempos. Como
suele decir nuestro coordinador, un grupo donde la amistad y el buen hacer son
los principales protagonistas.
Y
aquí seguiremos mientras nos queden fuerzas: publicando, ofreciendo recitales,
escribiendo. En definitiva, compartiendo la literatura con todo aquel que
quiera escucharnos y leernos.
En
2009 un verso abrió la aventura de ACANTO: “Te estoy amando con estar carne
otoñal que es mi historia y mi lamento…”, tras él, un torrente de poemas e
historias están guardadas en cada una de las publicaciones. Esperando tal vez,
que usted, amigo y lector, decida sumergirse entre sus páginas.
11.20.2012
PRESENTACIÓN DEL Nº 10 DE ACANTO
La Colección de libros ACANTO que editamos desde Noviembre del 2009 cumple estos días su tercer año de vida, y para dar fe de su vigencia y vitalidad, presentaremos su décimo número.
El próximo día 30 de Noviembre (viernes), a las 20 h. y en el Aula de Cultura de CajaMurcia en Cieza, tendrá lugar la PRESENTACIÓN del poemario "NEFELIBATA", del poeta PASCUAL LÓPEZ SÁNCHEZ, que conforma el Nº 10 de la Colección de Libros ACANTO.
En el acto, el Grupo de Literatura comentará los diversos entresijos de la Colección y del libro que se presenta, y el propio autor hablará de su contenido para posteriormente, leer algunos de sus poemas.
Días más tarde, el día 14 de Diciembre (viernes), a las 19,30 h. y en el Salón de Grados de la Facultad de Derecho de la Universidad de Murcia, realizaremos también la Presentación de este Nº 10 de ACANTO.
Desde este medio oficial del Grupo de Literatura La Sierpe y el Laúd, INVITAMOS a todos los seguidores, compañeros del grupo, y a los amigos de Pascual López, para que nos acompañen en lo que seguro será un momento entrañable y literario para gozar.
Gracias.
11.04.2012
EN LETRA VIVA
(Artículo de Pascual Gómez aparecido en El Mirador el 27 de Octubre)
La editorial conocida como Editora Regional de Murcia, y ahora
como Tres Fronteras, dependiente de la Consejería de Cultura y
Turismo, está ligada a la trayectoria histórica del Grupo de Literatura La Sierpe y el Laúd, de Cieza.
Es un alivio encontrarse con un servicio público que apuesta por la obra de
escritores nacidos o arraigados en la
Región de Murcia. Ellos son señas de identidad del patrimonio
cultural murciano al tiempo que enriquecen el acervo de la literatura española.
Fue una marca desde el principio, algo
fácilmente reconocible como elemento propio en el ámbito editorial. Su objetivo
era constituirse en un sello de prestigio dentro del panorama editorial español
para estar en condiciones de promocionar a los autores literarios de la Región de Murcia. Y lo ha
conseguido pausadamente, madurando de forma inteligente. Y es que mucho ha
llovido desde que, a principios de los años 80, la Consejería de Cultura creara la Editora Regional
de Murcia. Tanto como para que, después de tres décadas, esta editorial haya
publicado más de trescientos títulos pertenecientes a casi 250 autores. Tan
amplia y variada es la oferta de libros publicados –su catálogo atesora un
total de 375 títulos- que resulta harto apurada incluso una mera relación de las
obras más sobresalientes.
En todo caso, desde la perspectiva de
lo publicado sobre autores ciezanos
y haciendo mención selectiva de ello por su pertenencia a La Sierpe y el Laúd, cabe
señalar, en primer lugar, la publicación de ‘Todo el tiempo’ (1995), de María Pilar López; ‘El océano.Una caja
de cartón enmohecida’ (2005), de Francisco
Pino; `Las Horas no enterradas (1990) y ‘Obra completa’ (2006), de Aurelio Guirao, y ‘Equipaje elemental’
(2007), de Ángel Almela. De estos 5
autores publicados en la Editora Regional, tres de ellos pertenecieron o
pertenecen al grupo literario ciezano de La Sierpe y el Laúd, todo un lujo que
dice mucho de las calidades de sus componentes.
Leer hoy ‘Todo el tiempo’ significa estar un paso más cerca de la obra de María Pilar López (1917-2006). Se trata
de una serie de poemas inéditos, escritos desde 1941 hasta 1994, sin unidad
temática pero con la indudable sinceridad de lo vivido. Cincuenta y dos poemas
descubren su personal lenguaje y uso del verso como diario, apunte y reflexión.
No en vano es algo eminentemente vivencial, poesía hecha a partir de
experiencias vividas, casi siempre dolorosamente, por la poeta ciezana.
‘El
océano. Una caja de cartón enmohecida’, de Francisco Pino, forma parte de la colección Textos Centrales. Se
trata de una obra teatral que posee el carácter de los mejores títulos
dramáticos, aquéllos que no sólo fueron escritos para su representación, fin
último al cabo de esta suerte de creación, sino también para el deleite de su
lectura. Una obra que tiene el marchamo de pieza dramática bien escrita, que
centra su atención en el asunto de la muerte, y más concretamente en la
eutanasia, considerada en el libro como un derecho inalienable.
Con `Las Horas no enterradas (1990) que dedicó el poeta a los miembros
de su grupo literario La Sierpe y el Laúd, y ‘Obra completa’, ambas de Aurelio
Guirao (1940-1996), incluida esta última en la colección Textos Plenos, la
editorial murciana puso al alcance del lector una referencia imprescindible
como homenaje y vehículo de conocimiento en el décimo aniversario de su muerte.
Ésta fue el pago de una deuda. Una publicación que recoge los libros y las
numerosas colaboraciones realizadas en revistas. Contiene además un DVD con
material audiovisual, incluida una entrevista al poeta ciezano que tiene mucho
de archivo sentimental.
Hacia los secretos del alma dirige Ángel Almela su poemario ‘Equipaje elemental’, en el cual los
versos nacen del sosiego. El autor somete a análisis la relación expresiva
entre el hombre y su realidad en el mundo, su vida que concluirá necesariamente
en la muerte. Es éste un libro de cierre –incluido en la colección Textos
Centrales- que corresponde a unos momentos concretos de necesidad poética, pues
“supone un punto importante en lo que representa mi capacidad de expresión”.
Cierto es que la nómina de ciezanos
que han publicado en Tres Fronteras se completa con Fernando Martín Iniesta (1933-2005) y su obra ‘Tres piezas rotas’ (1987). Este título de la colección Textos de
Alcance rescata tres de las primeras piezas teatrales del dramaturgo ciezano
escritas a finales de los años 50: ‘Los enanos colgados de la lluvia’, ‘El
parque se cierra a las ocho’ y ‘Receta de soufflé de bacalao’.
Para empezar por el principio hay que
añadir que Tres Fronteras, en
resumidas cuentas, admite las propuestas de edición de obras de diverso género
y temática. Los criterios de selección de las obras literarias o ensayísticas
se atendrán, prioritariamente, a la calidad literaria de las mismas. La
decisión sobre las publicaciones recae en los directores de cada colección y se
basa en la calidad e interés de los proyectos presentados, y ello salvaguarda
que en esta marca seguidora de la anterior Editora Regional, publiquen autores
murcianos de relevancia literaria y contratada calidad. Cieza, por sus autores
y su historia literaria, está muy bien representada, hasta el momento, claro.
10.26.2012
NEFELIBATA, Nº 10 de ACANTO
Nefelibata es el
nombre del poemario de Pascual López
Sánchez que llenará las páginas del Nº
10 de la Colección ACANTO, un libro lleno de hermosos versos que seguro nos
emocionarán y con dos bellas ilustraciones de la artista portuguesa Joana
Canelas, hechas expresamente para el libro de Pascual.
El
volumen décimo de la colección será presentado a finales del próximo mes de
Noviembre, en Cieza, ciudad natal del autor y sede de nuestro Grupo de
Literatura, justo cuando se cumplan tres años del inicio de la Colección de Libros
ACANTO, para posteriormente presentarlo también en Murcia, lo más probable.
En
una nueva entrada informaremos con tiempo para que todo aquel que quiera acudir
a estos actos, pueda acompañarnos en esta fiesta de la literatura que siempre
supone el acto de presentación de un libro.
10.07.2012
LAS MUSAS, POR CIEZA
(Por Aurora Montoya, miembro del Grupo de Literatura La
Sierpe y el Laúd. Artículo aparecido en el semanario El Mirador, el 7/10/2012)
Son –ellas, las musas- clásica –y un tanto metafísica- fuente de inspiración, a cuya necesidad no somos ajenos quienes nos integramos en el grupo de Literatura de la Sierpe y el Laúd, aunque hay que decir que confiamos, bastante más que en ellas, en el trabajo inspirador. A muchos artistas las musas, felizmente, “los pillaron trabajando”, dándole vueltas a una idea para dotarla de forma emocionante o sugerente, de pálpito estético; ahí entraron ellas –tantas veces sin ser llamadas (porque suele ocurrir que- deidades veleidosas en su divino ocio entretenidas, como todas- no suelen acudir cuando se las reclama) intentando aportar un poco de luz en medio de la oscuridad incierta del temblor creativo ante la página en blanco que eslumbrado y en blanco te deja, sin articular palabra o hilvanar frase alguna que permita transmitir la pulsión enfebrecida que siente el artista, el escritor , o el poeta en este caso. En el grupo de Literatura de “La Sierpe y el Laúd”, las musas (que mucho tienen que ver, desde luego, con la música del Laúd) y, más aún, el trabajo, han inspirado el buen hacer de los muchos autores que han venido publicando en nuestras colecciones.
Así que (sin ánimo de echarnos flores o derramar sobre nosotros autoadulador incienso) hay que decir que incansable trabajo inspirador ha sido siempre nuestro quehacer y nuestra meta, porque, en gran medida, las musas, a las que queremos referirnos hoy, no pasan de ser “un cuento griego”, uno más, y no de los menos inspirados, eso sí, tal y como está el panorama de la Grecia actual. Un cuento que podríamos contar brevemente así:
Son –ellas, las musas- clásica –y un tanto metafísica- fuente de inspiración, a cuya necesidad no somos ajenos quienes nos integramos en el grupo de Literatura de la Sierpe y el Laúd, aunque hay que decir que confiamos, bastante más que en ellas, en el trabajo inspirador. A muchos artistas las musas, felizmente, “los pillaron trabajando”, dándole vueltas a una idea para dotarla de forma emocionante o sugerente, de pálpito estético; ahí entraron ellas –tantas veces sin ser llamadas (porque suele ocurrir que- deidades veleidosas en su divino ocio entretenidas, como todas- no suelen acudir cuando se las reclama) intentando aportar un poco de luz en medio de la oscuridad incierta del temblor creativo ante la página en blanco que eslumbrado y en blanco te deja, sin articular palabra o hilvanar frase alguna que permita transmitir la pulsión enfebrecida que siente el artista, el escritor , o el poeta en este caso. En el grupo de Literatura de “La Sierpe y el Laúd”, las musas (que mucho tienen que ver, desde luego, con la música del Laúd) y, más aún, el trabajo, han inspirado el buen hacer de los muchos autores que han venido publicando en nuestras colecciones.
Así que (sin ánimo de echarnos flores o derramar sobre nosotros autoadulador incienso) hay que decir que incansable trabajo inspirador ha sido siempre nuestro quehacer y nuestra meta, porque, en gran medida, las musas, a las que queremos referirnos hoy, no pasan de ser “un cuento griego”, uno más, y no de los menos inspirados, eso sí, tal y como está el panorama de la Grecia actual. Un cuento que podríamos contar brevemente así:
Según
la mitología griega (formidable y gigantesco cuento en su conjunto),nueve eran
estas “chicas” tan famosas: Calíope, musa principal, inspiradora de la poesía
épica y heroica y protectora de la elocuencia; Tepsícore, Musa protectora de la danza y protectora de este
arte; Erato, “ la adorable”, musa de la poesía romántica y protectora del amor,
a la que se representaba con una lira;
Talía, musa de la comedia y la poesía
pastoril y protectora del teatro, conocida como“ la festiva”; Urania, “ la celeste “, musa de la Astronomía
y la Filosofía; Clío, “ la que da la
fama “, musa de la Historia y de las Bellas Artes; Euterpe, “la encantadora”,
musa de la música instrumental y protectora de los intérpretes; Melpómene, “la celebrada en cantos “, musa de la tragedia
y protectora del arte lírico, que llevaba una corona de oro, empuñando una daga
y un cetro; Polimnia, musa de la memoria
y el arte mímico, protectora de los actores.
Cervantes,
príncipe de los ingenios españoles, se quejaba amargamente de las Musas en
aquellos conocidos versos que dicen “Yo
que siempre trabajo y me desvelo/ por
parecer que tengo de poeta/ la
gracia que no quiso darme el cielo” (o sea, las musas). No sé si en “La Sierpe” hemos tenido siempre con
nosotros a las Musas, pero, desde luego, como Cervantes (perdónesenos el inmodesto
atrevimiento) no hemos estado pensando en las musarañas. Lo meritorio en
este caso, y lo digo yo que soy una recién llegada al grupo como reconocimiento
a quienes llevan décadas, es haber
alcanzado metas sin ellas, sin las musas, que de cualquier modo han estado
siempre con nosotros, porque hemos sido nosotros mismos. Dios, y las musas,
ayudan a quien se ayuda... la caridad empieza por uno mismo y la inspiración no
se regala. Pero el cuento griego de las musas, a las que Homero en “La Odisea”
pedía inspiración –“Cuéntame, musa, la historia del hombre de muchos senderos, que,
después de destruir la sacra ciudad de Troya, anduvo peregrinando larguísimo
tiempo“, prosperó en otras épocas, como el prerrenacimiento italiano
del Dante que en su “Divina Comedia” las invocaba –“¡Oh, musas, oh altos genios,
ayudadme!”. Sin embargo, autores como Shakespeare hicieron referencia
en sus escritos a las musas como mera anécdota, nunca como agentes, más o menos
divinos, de inspiración.
En
la época de la Ilustración, figuras relevantes de la literatura y de la cultura
en general pretendieron reinstaurar un cierto “culto a las musas” y así, una
famosa logia masónica en el París prerrevolucionario era llamada “Les Neuf
Soeurs”, las “Nueve Hermanas”, es decir, las nueve Musas, y con ella tuvieron
que ver personalidades como Voltaire, Benjamín Franklin, Danton y otros
personajes influyentes de la época.
Pues
bien, explicación metafísica, chorrada que ha superado el paso del tiempo, o simple cuento griego, las Musas, si las traducimos
en inspiración personal derivada de la vida y asociada casi siempre con
experiencial sufrimiento, han estado y están presentes en la labor del Grupo de Literatura de “La sierpe y el laúd”, en el trabajo por, con y para la
Literatura, de quienes vivimos
cotidianamente, en sociedad abierta y
nada secreta, en el seno suave y cordial
de la Sierpe, pensando que, por buenos o
malos que puedan ser los tiempos que nos toque vivir, todos son buenos tiempos
para la lírica. Es más...por
dificultades y problemas que nos echen, siempre estaríamos dispuestos a decir
aquello de que “cuanto peor...mejor”.
9.11.2012
NUEVO AUTOR PARA EL Nº 10 DE ACANTO
Tras la
Edición y Presentación durante el mes de Junio del número nueve de ACANTO, con una obra del poeta valenciano
Pascual Casañ, queremos dar a conocer al autor del próximo número de la
colección de libros, el Nº 10,
que esperamos presentar en la segunda quincena del próximo mes de Noviembre.
Se
trata del poeta, PASCUAL LÓPEZ SÁNCHEZ (Cieza, 1952), un escritor muy querido por
el grupo y de una contrastada calidad que
lleva tras de sí una larga trayectoria literaria que deseamos tenga, con la
edición de este nuevo libro de ACANTO, un mayor conocimiento y reconocimiento
públicos.
Muchos
son los autores que quieren asomarse a esta colección de libros, lo cual
agradecemos sinceramente, y si hemos elegido esta vez a Pascual, que ya
colaboró con La Sierpe y el Laúd en el libro “Diez más Diez” en 2003, es porque
estamos convencidos de que con su nuevo poemario que llenará las páginas de
este Nº 10 de Acanto ofreceremos un magnífico libro y una estupenda oportunidad
para conocer a un excelente poeta que merece ser conocido por quien aún no lo ha
hecho hasta ahora.
Más
adelante daremos más información.
9.02.2012
MORDIENTE
(Por Rosa Campos,
Miembro del Grupo de Literatura La Sierpe y el Laúd)
Era
una palabra que nunca la había aplicado
a la literatura hasta que la escuché la noche en que celebramos los
treinta años de vida de La Sierpe y el Laúd: mordiente. La pronunció Bartolomé Marcos -Catedrático de Lengua y
Literatura, profesor de Comunicación Audiovisual y articulista, además de uno
de los fundadores en activo del grupo literario- la dijo mientras conversábamos en el ágape que tomamos en el
salón camaleónico y educativo del Aula Cultural de Cajamurcia. “La literatura tiene que tener
mordiente”, fue literalmente una de
sus frases y yo -con toda la atención desplegada, como la aprendiz constante que creo y quiero ser- la
guardé con regocijo, como se guarda una perla que se ha encontrado en una concha que la suerte te ha mostrado.
Hasta
esa noche, lo más normal es que relacionara directamente mordiente con grabado.
Este líquido cáustico que se utiliza para
erosionar la línea dibujada abriendo una brecha que la hará indeleble, fijando
la expresión plástica que se quiere comunicar, es un corrosivo potente que
muerde el cuerpo sobre el que se vierte. La noche en que la escuché venía
referida a ese toque irónico, mordaz, que debe estar presente en la literatura,
aunque tanto el emisor como la receptora sabíamos que la metáfora podía ser
bastante más extensiva.
La literatura es ese arte de la palabra que se manifiesta a partir de sus tres
dimensiones indispensables -quien escribe, lo escrito y quien lo lee- válidas
para todos sus géneros, ofreciendo una unidad indisoluble, y que al llegar al
último componente -el lector- representa una auténtica fuente de riqueza con
bastantes veneros, desde los que puede aplicar esa “sustancia mordiente”.
Múltiples son las aportaciones que nos
brinda en nuestro vivir aquí y ahora, con todo lo que eso significa; la aportación de ironía y sátira nos enseña a ver con una veta
humorística, tan necesaria para que no
nos ahoguemos en las penas de las tragedias ordinarias, y no digamos de las
extraordinarias; la aportación de valores humanos nos estira por dentro, siendo este el único crecimiento que no
mengua con el tiempo; la contextualización del entorno donde se ubica la
historia, con su geografía y su pasado correspondiente, la creación de un
futuro en el que visualizamos un porvenir donde quepamos todos, con los
derechos y las obligaciones acertadamente repartidas. Paisajes futuristas bien
enmarcados por la tragedia de la devastación que conlleva el regirse por la
estupidez y la negligencia. La literatura ejerce toda esa labor sigilosa desde
la que nos invita a soñar; a ser parte
de otros; a conocer los sentires –de todo tipo- que laten en los cuerpos
humanos; a desdeñar lo que destruye
invitándonos a arrojarlo sin
contemplaciones de nuestra vida; a
divertirnos desde el humor y la gracia; a viajar a dónde y cuándo el dinero no nos puede
acercar.
Y porque es muy difícil disociar cualquier tema, al que se le dedique un poco de tiempo,
de las desgracias económicas que nos llueven a cántaros en estos tiempos
–incluyendo los países devastados por la hambruna-, creo que puede ser entendible
el nexo que a continuación procuro establecer entre literatura y algunos
gestores de lo económico-social, y desde
ahí me temo que acaso se haya leído muy poco, o se haya hecho de puntillas, con
los ojos de la emoción y del entendimiento entornados, o que se eludieran muchos de los
mensajes vitales, o que para servirse de
ellos solo se anduviera preparado de fachada pero no de puertas adentro.
Si leemos con consciencia no cabe duda
de que seremos “mordidos” por la
literatura, y eso hoy , como siempre, es necesario, porque en ella se halla lo que
sabemos, o quizá intuimos, pero no atinamos a ponerle nombre; lo que
ignoramos pero que está esperando encontrarnos; lo que de verdad nos conduce a
nosotros y acto seguido a los demás y acto seguido a la naturaleza entera; lo
que puede ayudarnos a comprender y a comprendernos -como mejor forma de administrar el perdón-. Puede, incluso, motivar a romper las
jerarquías del poder monetario -en cualquiera de sus mascaradas- a través de
sus historias, frases, versos, para que nadie diga que no se le avisó con
tiempo. Entre sus páginas, entre su transmisión oral, entre su edición hablada,
están todos los personajes con todas las fortalezas y las debilidades, con los
posibles roles que se puedan ejercer y
que puedan caber en el entendimiento humano.
Leer o releer de nuevo,
recordar frases que se multiplicaron al sembrarse como las dichas por Cervantes (1547-1616) “Cada cual Sancho, es hijo de sus obras”; Virginia Woolf (1882-1941) “Uno
no puede pensar bien, amar bien, dormir bien, si no se ha comido bien”; Hermann Hesse (1877-1962) “El que
persigue ese yo auténtico persigue al mismo tiempo la norma de toda vida, pues
el yo más intimo es igual en todos los hombres”; Albert
Camus (1913-1960) “La libertad no
es más que la oportunidad de ser mejor” ; Doris Lessing ( 1919)“La biblioteca es la más democrática de las
instituciones, porque nadie en absoluto puede decirnos qué leer, cuándo y cómo” o
Mª Pilar López (1919) “Y
si yo hubiera sido /suficientemente
tacaña, / os hubiera legado /algo más que palabras”
Los lectores
tenemos suerte de que los hombres y
mujeres que nos dejan su legado literario, no convivan con la tacañería -como
dice nuestra poeta-, que hayan sabido ser generosos dándose en cada uno de sus
textos, como si fuera su única fuente de riqueza; como árboles fecundos, cuya
cosecha –al igual que su leña- no es justo desperdiciar. Y es que la
literatura, con su “mordiente”, es una
auténtica provocación que puede ayudarnos a encender mejor la vida
7.18.2012
SIEMPRE QUEDAN CAMINOS
(Artículo aparecido en El Mirador el 14/07/2012, por Juan Antonio Piñera, miembro del Grupo de Literatura La Sierpe y el Laúd)
Probablemente
lo único positivo atribuible al andar del reloj corresponde, no siempre en este
orden, a la acumulación de experiencias, al olvido voluntario o no de algunas
de ellas y al cambio de la perspectiva ante el mundo y sus cosas. El carro
cargado que pasa por el camino levantando polvo y estruendo al final desaparece
en el horizonte, con su traqueteo, dejando a su paso serpientes y otros bichos
aplastados sumados a una nube de polvo difícil de respirar. A veces, como el
carro es de madera, una rueda se rompe y hay que parar para arreglarla. También
puede ocurrir que un caballo caiga enfermo y haya que pegarle un tiro para
evitarle la agonía. Pero al final, casi siempre, el carro sigue su camino
porque va cargado de oro o porcelana, mercancías que van a su destino. Si nadie
hubiera estado en el camino, nadie podría haber afirmado que por ahí pasó un
carro tirado por caballos. Si el carro no hubiera pasado, quien hubo en el
camino no habría saludado a aquel que gobernaba los caballos. Como el viaje
suele ser largo, normalmente una vida, el cochero ha de parar en las posadas
para alimentarse y descansar. El cochero, en las posadas, suele poner los codos
sobre la mesa de madera para proclamar ante quien le escucha, y ante quien no,
que es gobernante de caballos, que su profesión es la de auriga si no más. Como
está en la posada se siente más o menos contento, satisfecho por hoy, pues sabe
que después de cenar se irá a la cama y mañana será otro día. El problema viene
cuando en el trayecto no encuentra ninguna posada. Puede darse que haya que
dormir al raso dos o tres noches seguidas, en cuyo caso al auriga empieza a
ponérsele el mal humor, le viene la incertidumbre, baja la guardia por aquello
del bajo nivel de azúcar y hasta empieza a preocuparse por sí mismo, a
convertirse en personaje de su propia vida, a escudriñar el laberinto de su
propia identidad, manifestación sublime que antes no le ocurría, pues solía
girar el cuello para escupir a los bichos que a su paso dejaba partidos por la
mitad. Como lleva dos o tres días sin comer la jornada se le hace cada vez más
lenta, todo transcurre más despacio, más borroso. Incluso suele fijarse en los
pájaros y en las mariposas. En las serpientes y lagartos aplastados todavía no.
Pues en esas nos encontramos, parece ser. En el brete de decidir si seguir por
el camino de polvo o dar marcha atrás para desandar lo andado y salir al
encuentro de aquello que, no hace mucho, aplastamos con las ruedas de nuestros
carros. Si tiramos para atrás corremos el riesgo de no encontrar a las
serpientes. A lo mejor se las han llevado los halcones. Si seguimos hacia
delante con el hambre de dos o tres días, es posible que el caballo enferme o
desfallezca y tengamos que matarlo. También cabe sacrificar al caballo ahora
mismo y así poder comer un par de días, en cuyo caso, al desconocer la
distancia que nos queda hasta la siguiente posada, ignoramos nuestro destino,
solos en el camino, sin caballo y con un carro cargado de mercancía que, por su
gran peso, seguro tendremos que abandonar.
El padre de mi madre solía contar
que en la guerra tuvo que comer de un burro varios días muerto para poder sobrevivir.
Años después daba de comer a sus hijos vendiendo carne viva de cordero.
Probablemente había olvidado o no muchos malos momentos de la guerra, piojos y
demás, sangre y otros desastres y colores, porque no los solía contar y ni tan
siquiera mencionar ligeramente, pero ese no. Creo que la causa de que aquello
se le quedara tan fuertemente instalado en la memoria fue debido al hedor que le entró por la nariz, no por otra
cosa; la manera de esculpir que tiene la muerte, la advertencia de un cercano
final, la huella que exceder los límites suele dejar.
Aún no se huele a burro muerto. Demos
gracias. Lo que pasa que los burros ya no van por los caminos. Por ahí nos
escapamos. El carro cargado de oro levanta polvo destino del emperador empujado
por esclavos hambrientos. Los caballos yacen esparcidos por las cunetas. Hace
tanto tiempo que murieron –cinco años exactamente- que poco se puede sacar de
lo que queda. Y serpientes... alguna se puede ver por la sierra sin ir más
lejos. La cogemos para comer y así podemos empujar el carro otro poquito más. A
mí me gustan las serpientes aunque nunca haya comido una. Creo que así me lo
parece. Ellas y los bichos nocturnos sobreviven millones de años porque se
ocultan bien y no suelen pasar la vida empujando carros. A lo mejor tampoco
conocen las estrellas. Siempre ha sido así. De algún modo la literatura es
vehículo para fijarse en las estrellas sin separarse un palmo del suelo, de
humanizar (todavía más) el paso del hombre por este mundo, de despojarse
(aunque sea con la imaginación) de los grilletes del día a día. La literatura
ha sido expresión en todo su concepto, pasión, sueño y evasión. Es ciencia
exacta y a la vez difusa. Es comercio. Motivo también. Razón de simpatías,
desencuentros y contiendas de Quevedo y Góngora. Disputas universales,
nacionales y locales. Vector de naufragios personales. Pese a las
circunstancias actuales quedan muchos caminos por recorrer, muchas páginas por
escribir y por leer.
Siempre ha sido así. La Sierpe y el Laúd, en su higiénico
entusiasmo, insiste en que los caminos hacen la historia, y la historia se
queda en el papel. Es ahora más difícil que hace años empujar un gran carro
cargado de libros, porque el carro cargado de oro tiene prioridad ante el
emperador. Lo que sí es seguro es que este carro de los libros, antes o
después, llegará, con todos sus libros, a ningún destino y a todos a la vez
7.02.2012
DOS TEXTOS SOBRE EL Nº 8 DE ACANTO Y JOSEFINA SORIA
La semana pasada coincidieron dos textos sobre el Nº 8 de nuestra colección de libros ACANTO ("Es mi fiesta y lloraré si quiero" de JOSEFINA SORIA) en dos de los medios de comunicación escritos más relevantes de la Región de Murcia, La Verdad y La Opiniòn, uno de Francisco Javier Diez de Revenga y otro de Antonio Arco.
Os pasamos algunos de los párrafos de ambos textos por si no los habéis leído:
Ojalá todos pudiéramos hoy, con este calor de mármol, poder vivir en estos versos: «Un mar lleno de peces me navega. / Abro a la vida sus compuertas altas / y en resplandor me anego». Así comienza 'Hora prima', el primer poema de 'Es mi fiesta y lloraré si quiero', un libro póstumo de Josefina Soria, nacida en Albacete en 1926 y afincada en Murcia durante la mayor parte de su vida, que llegó a su fin en abril de 2010. El poemario, una pequeña joya literaria que, además, esconde entre sus páginas dos ilustraciones del prestigioso diseñador gráfico Isidro Ferrer -Premio Nacional de Ilustración 2006 y Premio Nacional de Diseño 2002-, ha sido editado, dentro de su colección Acanto, por el Grupo de Literatura 'La Sierpe y el Laúd', que desde Cieza realiza una atractiva y entregada labor cultural...
«¡Soy yo la que amanece!», le confiesa al lector Josefina Soria, cuyos poemas publicados dos años después de su muerte nos la acercan sin la menor tristeza, viva, cercana, con su lenguaje sin monotonía, ni artificio. «Cuando a través de Marisa López Soria vimos la oportunidad de publicar en nuestras hojas de Acanto un libro de su madre, mujer a la que hemos querido y respetado siempre, sentimos una enorme satisfacción por lo que supone para este Grupo de Literatura y por lo que debe suponer para la Literatura en general», cuentan los miembros de La Sierpe y el Laúd, entre los que se encuentra el poeta Ángel Almela, autor de 'Al otro lado, yo', también publicado en Acanto.
Con este poemario póstumo, el Grupo de Literatura ciezano emerge «una vez más a la superficie del territorio cultural, y sobre todo literario, que nos circunda; un territorio no siempre amable con muchos de los que seguimos empeñados en hacer literatura». «También -indican- nos sirve para reivindicar el reencuentro del hombre y la poesía, de las voces cultas y sensibles de nuestro entorno con los lectores inteligentes que nos siguen».
ANTONIO ARCO (La Verdad de Murcia)
Con el título de Es mi fiesta y lloraré si quiero, la colección de libros Acanto acaba de publicar un libro póstumo de Josefina Soria... Ha sido un acierto de los responsables del grupo de Cieza, La Sierpe y el Laúd, recuperar esta colección de poemas inéditos de una escritora dotada de gran fuerza expresiva y singular emoción lírica...
Dos de las características del estilo poético de Josefina Soria son su limpidez y expresividad indudables y la creación constante de un universo poético forjado de imágenes tomadas directamente del entorno, que se dotan de simbólicas trascendencias...
Esa palabra poética que convierte a Josefina Soria en una de las más intensas escritoras que tuvimos la fortuna de conocer y ahora d evolver a leer en versos llenos de vida y de luz, en su palabra poética única y permanente.
FRANCISCO JAVIER DIEZ DE REVENGA (La Opinión de Murcia)
Muchas Gracias a ambos, admirados y queridos amigos.
Os pasamos algunos de los párrafos de ambos textos por si no los habéis leído:
Ojalá todos pudiéramos hoy, con este calor de mármol, poder vivir en estos versos: «Un mar lleno de peces me navega. / Abro a la vida sus compuertas altas / y en resplandor me anego». Así comienza 'Hora prima', el primer poema de 'Es mi fiesta y lloraré si quiero', un libro póstumo de Josefina Soria, nacida en Albacete en 1926 y afincada en Murcia durante la mayor parte de su vida, que llegó a su fin en abril de 2010. El poemario, una pequeña joya literaria que, además, esconde entre sus páginas dos ilustraciones del prestigioso diseñador gráfico Isidro Ferrer -Premio Nacional de Ilustración 2006 y Premio Nacional de Diseño 2002-, ha sido editado, dentro de su colección Acanto, por el Grupo de Literatura 'La Sierpe y el Laúd', que desde Cieza realiza una atractiva y entregada labor cultural...
«¡Soy yo la que amanece!», le confiesa al lector Josefina Soria, cuyos poemas publicados dos años después de su muerte nos la acercan sin la menor tristeza, viva, cercana, con su lenguaje sin monotonía, ni artificio. «Cuando a través de Marisa López Soria vimos la oportunidad de publicar en nuestras hojas de Acanto un libro de su madre, mujer a la que hemos querido y respetado siempre, sentimos una enorme satisfacción por lo que supone para este Grupo de Literatura y por lo que debe suponer para la Literatura en general», cuentan los miembros de La Sierpe y el Laúd, entre los que se encuentra el poeta Ángel Almela, autor de 'Al otro lado, yo', también publicado en Acanto.
Con este poemario póstumo, el Grupo de Literatura ciezano emerge «una vez más a la superficie del territorio cultural, y sobre todo literario, que nos circunda; un territorio no siempre amable con muchos de los que seguimos empeñados en hacer literatura». «También -indican- nos sirve para reivindicar el reencuentro del hombre y la poesía, de las voces cultas y sensibles de nuestro entorno con los lectores inteligentes que nos siguen».
ANTONIO ARCO (La Verdad de Murcia)
Con el título de Es mi fiesta y lloraré si quiero, la colección de libros Acanto acaba de publicar un libro póstumo de Josefina Soria... Ha sido un acierto de los responsables del grupo de Cieza, La Sierpe y el Laúd, recuperar esta colección de poemas inéditos de una escritora dotada de gran fuerza expresiva y singular emoción lírica...
Dos de las características del estilo poético de Josefina Soria son su limpidez y expresividad indudables y la creación constante de un universo poético forjado de imágenes tomadas directamente del entorno, que se dotan de simbólicas trascendencias...
Esa palabra poética que convierte a Josefina Soria en una de las más intensas escritoras que tuvimos la fortuna de conocer y ahora d evolver a leer en versos llenos de vida y de luz, en su palabra poética única y permanente.
FRANCISCO JAVIER DIEZ DE REVENGA (La Opinión de Murcia)
Muchas Gracias a ambos, admirados y queridos amigos.
6.17.2012
UN GRAN POETA PARA UN GRAN PREMIO: PRESENTACIÓN DEL Nº 9 DE ACANTO
(Fotos del Grupo y de C.Navalón)
El Viernes pasado tuvo lugar la Entrega del XVI Premio de Poesía Aurelio Guirao que convoca y organiza anualmente el IES Diego Tortosa de Cieza así como la Presentación del Nº 9 de la Colección ACANTO que edita el Grupo de Literatura La Sierpe y el Laúd con la obra ganadora del premio. El poeta ganador es PASCUAL CASAÑ y el poemario ENTRE LÍNEAS.
Ante un auditorio repleto de gente joven y profesorado del centro, además de las amables palabras del Director del IES, José Carrasco, y las palabras de presentación del poemario a cargo de nuestro Coordinador, Ángel Almela, el poeta Pascual Casañ tomó la palabra para, en una breve y muy acertada explicación, definir un poco por donde va su poemario así como agradecer al Instituto y al Grupo de La Sierpe y el Laúd, su amabilidad y confianza puesta en su obra y su persona.
Angel Almela, elicitó al poeta ganador y expresó la satisfacción del Grupo de Literatura por el nuevo acto de Presentación de un nuevo libro de ACANTO, por hacerlo un año más en ese marco donde el poeta Aurelio Guirao enseñó tantos años y porque al hacerlo, reivindicamos la figura de un gran poeta de Cieza que perteneció durante sus últimos 15 años de vida a La Sierpe y el Laúd.
Ya estamos trabajando en la elección del próximo autor/a de ACANTO.
6.08.2012
PRESENTACIÓN DEL Nº 9 DE ACANTO
El próximo Viernes día 15 de este mes de Junio, a las 19,30 h. y en el IES Diego Tortosa de Cieza, en su Salón de Actos,, tendrá lugar un acto académico en el que además de otros temas, se hará la entrega del XVI Premio de Poesía Aurelio Guirao y la Presentación del Nº 9 de la Colección ACANTO que recoge la obra ganadora del mismo con el poemario de PASCUAL CASAÑ MUÑOZ, Entre Líneas.
El Acto será presentado por el profesorado del IES y en él nuestro Coordinador, Ángel Almela hará la presentación de este noveno número de nuestra Colección de Libros ACANTO que se vuelve a encontrar, en la memoria, con el poeta Aurelio Guirao, miembro que fue de La Sierpe y el Laúd hasta su muerte en 1996, al volver a publicar en sus hojas el poemario ganador de este premio de poesía que lleve su nombre y que tan espléndidamente organiza el Instituto donde el poeta desarrolló su labor docente tantos años.
5.31.2012
UN RECITAL DISTINTO
(Fotos de C. Navalón, P.Gómez y propias)
Según ha escrito nuestro compañero en La Sierpe y el Laúd, y periodista, Pascual Gómez "Hay recitales de poesía que logran calar tanto en el público como en los propios intérpretes del mismo. Tal es el caso de la lectura de poesía árabe que ofreció este martes el Grupo de Literatura La Sierpe y el Laúd. Se entiende el entusiasmo con el que el público devoró un acto de lo más íntimo cargado de significado. En las casas andalusíes reproducidas a escala real en el interior del Museo de Siyâsa se pudo escuchar por primera vez poesía árabe traducida al español. Para La Sierpe y el Laúd, el lugar elegido es un espacio lleno de resonancias árabes y poéticas."
En definitiva, un recital distinto, un momento para la memoria de todos.
Gracias al Museo, a Joaquín Salmerón, a los que nos acompañásteis y en general, porque soís un aliento para este grupo humano, a todos los seguidores de La Sierpe y el Laúd.